top of page

Psicología de la Mentira - Pt. 1

“Verás que todo es mentira, verás que nada es amor”

Extracto de Tesis "Psicología de la Mentira" del Lic. Juan Ignacio Antolini

La mentira, definida por Arendt (1998) como la “deliberada negación de la verdad fáctica”, ha sido una herramienta extremadamente útil e importante en manos de los hombres; tanto de diversos políticos importantes y religiosos de todas las sociedades, sin importar el momento histórico ni el grado de desarrollo en que éstas mismas se encuentren. Para poder comenzar la presenta exposición de manera eficiente se nos hace imprescindible encuadrar el marco teórico.


Podemos comenzar preguntándonos: ¿Qué es la mentira?


Simplemente cuando decimos algo que no es cierto, ¿podemos afirmar que ya estamos mintiendo? Decir algo que no es verdadero ¿nos convierte en mentirosos?



Comenzaremos por recorrer las diversas definiciones de mentira, que nos acompañaran a lo largo de nuestro trabajo y nos servirán de puntapié para nuestro desarrollo.


¿Qué es mentir?

Para poder comprender la mentira es importante que comencemos brindando una clara definición que arroje un poco de luz y nos permita delimitar la concepción de ésta, iremos describiendo cómo es el desarrollo de la misma y las motivaciones, tanto internas como externas, que llevan a las personas a utilizarla, tanto en su aspecto “normal” como patológico.

Psicologia de la Mentira

Para abordar el tema, veamos algunas de las diversas acepciones que encontramos al momento de intentar definir la Mentira: Moliner (2007) afirma que mentir es el acto de decir cosas que no son verdad con la finalidad de engañar. La diferencia con la definición que nos brinda Arendt (1998), es que la autora española añade a la definición clásica un elemento muy particular que cambia el sentido a la misma, y esto es el motivo principal de la mentira tal y cómo la consideramos en el presente trabajo, que es el de engañar adrede, con intención a otra persona. Éste concepto de la mentira deja por fuera el hecho de decir cosas que no son verdad por mero desconocimiento o por la posibilidad de no recordar de manera precisa lo que se esta diciendo.


Una definición sublime nos brinda San Agustín (citado en Catalán, 2005) quien con gran lucidez afirma: “la mentira es un decir con la voluntad de decir algo falso (mendacium est enuntiatio cum voluntate falsum enuntiandi).” Agustín de Hipona afirma, con gran atino, que “quien anuncia lo falso como verdadero estará equivocado (…) pero no merece ser llamado mentiroso.” (Catalán, 2005)


Derrida (1995) explicó que uno tranquilamente puede equivocarse, engañar sin tener como objetivo engañar a otro, y por consiguiente, sin haber mentido. A su vez Derrida (citado por Puente, 1997) afirmó:

Lo relevante en la mentira no es nunca su contenido, sino la intencionalidad del que miente. La mentira no es algo que se oponga a la verdad, sino que se sitúa en su finalidad: en el vector que separa lo que alguien dice de lo que piensa en su acción discursiva referida a los otros. Lo decisivo es, por tanto, el perjuicio que ocasiona en el otro, sin el cual no existe la mentira. (Puente, 1997)


Lo significativo aquí, es que tanto Arendt (1998) como Moliner (2007), en sus respectivas definiciones, introducen el objetivo, una intención, una meta. Ya no se trata sólo de comunicar algo que no es verdadero, sino que además esto se hace sabiendo que lo que se está comunicando no es verdadero. El fin es, sencillamente, conseguir que la otra persona crea lo que le estamos diciendo y nosotros saber que lo que decimos es una verdad alterada, o bien, una mentira.


Por lo tanto, podemos convenir que la mentira no es la falta de adecuación entre la palabra y lo "real", sino entre la palabra y lo pensado por el mismo sujeto.


Existen diversas y múltiples acciones que no son exactamente mentiras, pero que esconden igualmente la verdad. Algunas de ellas están socialmente toleradas. Una de estas formas es la exageración. (Martínez Selva, 2005)


Acerca de la mentira, Derrida (1995) intenta diferenciarla de un simple error en el cual no habría ningún tipo de intención de engañar o de ocultar, y explica que el mentir es un acto caracterizado por la intencionalidad final, en el cual se manifiesta un hecho o un saber que esta alterado en parte o en su totalidad de la realidad. La intención final de la mentira es engañar al otro, a través de datos falsos.


Para profundizar el concepto hemos buscado la definición académica del término mentir y tomamos la primera definición que nos brinda la Real Academia Española, que dice que mentir es “Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa” [Real Academia Española (RAE), 2009]; ahora bien, resulta interesante pensar, siguiendo esta definición, en una segunda acepción del concepto que la mencionada academia nos otorga, a saber: la mentira es “inducir al error”.

Engañar es “dar a la mentira apariencia de verdad” o “inducir a alguien a tener por cierto lo que no es, valiéndose de palabras y de obras aparentes o fingidas” (RAE, 2009).


Podemos ver, entonces, que de acuerdo a las definiciones de la RAE, la mentira se refiere a si el contenido de un mensaje refleja adecuadamente o no a la realidad, mientras que el engaño, o la acción de engañar, incluye el concepto clave de intencionalidad o voluntariedad.


Hemos visto a lo largo del texto como la intencionalidad y el propósito son los elementos definitorios del engaño, y los autores que hemos mencionado coinciden en la importancia de la intencionalidad a la hora de mentir; por lo tanto las mentiras de las que nos ocuparemos en este trabajo son las que tienen, básicamente, la finalidad de engañar.



Próxima parte: Tipos de Mentira.


Bibliografía:

  • Arendt, H. (1998) Crisis en la República. Madrid: Taurus ediciones.

  • Catalán, M. (2005) Antropología de la mentira. Madrid: Del Taller De Mario Muchnik.

  • Derrida, J. (1995) Historia de la mentira: prolegómenos, en http://www.jacquesderrida.com.ar/textos/mentira.htm recuperado el 18 noviembre, 2012 de

  • Martínez Selva, J. (2009) La Gran Mentira, en la mente de los fabuladores más famosos de la modernidad. Barcelona: Editorial Paidós.

  • Moliner, M. (2007) Diccionario del uso del español. 2 Volúmenes. 3era Edición. Madrid: Ediciones Gredos.

  • Puente, A (1997) La mentira "absoluta" domina el mundo actual, afirma Derrida. [Versión Electrónica] Diario El País, Sección: Cultura, fecha de publicación: 23/abril/1997, en http://elpais.com/diario/1997/04/23/cultura/861746404_850215.html recuperado el 10 noviembre, 2012 de

 
Post Destacados
Posts Recientes
Seguínos en las Redes!
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Social Icon
  • YouTube Social  Icon
Archivo
bottom of page